(Arriba) Edificio principal del santuario. Al fondo hay un pabellón cubierto de hoja de oro y por la sala podéis ver pequeños papeles enganchados a las paredes, conocidos como senjafuda. En el pasado era costumbre dejar estos papeles enganchados en santuarios y templos con el nombre del visitante, funcionando algo así como una prueba que aquella persona había estado en aquel lugar. Aunque hoy día está prohibido porque la cola destroza la madera, aún se pueden ver en edificios muy antiguos.
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La especialidad de Yoshida es el hotou, una cazuela calienta de fideos gruesos con diversas verduras de la región o carne. Porque la cazuela te la llevan entera y quemando, para poder comerlo hay que pasar los fideos en un pequeño bol y comer desde ahí. ¡Vale la pena probar este plato si se visita Yoshida!
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